· Ayer se conocía el auto del Tribunal Superior de Castilla-La Mancha sobre el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca) que avala los argumentos del Tribunal Supremo que antepone los intereses nucleares a la protección del medio ambiente.
· El Movimiento ibérico Antinuclear (MIA), del que forma parte La Plataforma Contra el Cementerio Nuclear en Cuenca, señala que, más allá de situarse en un terreno con valor ecológico, los informes geológicos son claros al indicar el riesgo de hundimiento de la futura instalación nuclear.
· Este auto no desbloquea la construcción del ATC, pues todavía no tiene una declaración de impacto ambiental (DIA) positiva y no se ha aprobado el nuevo plan urbanístico. Desoye, además, la voz de la ciudadanía que nuevamente mostrará su oposición al proyecto el próximo 7 de mayo, con la 8ª Marcha a Villar de Cañas.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJ) falló el pasado 8 de marzo en contra de la ampliación de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la Laguna de El Hito sobre la que se quiere instalar el Almacén Temporal Centralizado (ATC) para los residuos altamente radiactivos de las centrales nucleares. El TSJ hace suya la argumentación previa del Tribunal Supremo y reitera que la gestión de los residuos radiactivos está por encima de la protección de las aves. Una afirmación cuya interpretación abre la puerta a construir un almacén de residuos radiactivos en cualquier lugar de la península, como Monfragüe o Doñana.
Este fallo señala además que los Almacenes Temporales Individualizados (ATI) no constituyen una alternativa al ATC. Un argumento que obvia que no existe solución satisfactoria a los residuos altamente radiactivos, de forma que se podría optar por muy distintas formas de gestión. Prueba de ello es que solo en Holanda se ha optado por un ATC como el español, mientras que en Finlandia se está construyendo un enterramiento en profundidad, en Suecia se guardan los residuos en un ATC en piscina y en Alemania se buscan emplazamientos para el enterramiento.
Antes de optar por una solución se debería disponer de un calendario de cierre de todas las nucleares para conocer la cantidad de combustible nuclear radiactivo que tendremos que gestionar durante cientos de años. Aun cuando la opción elegida fuese un ATC, los últimos datos muestran que Villar de Cañas no es el mejor emplazamiento. Los informes de la consultora URS y del Área de Ciencias de la Tierra del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) señalan que estos terrenos adolecen de graves problemas geológicos que los convierten en “inadecuados". De hecho, tras informar favorablemente, el propio CSN encargó nuevos estudios. Así, se han colocado sensores sismológicos y piezométricos y se han realizado nuevos sondeos, lo que indica el auténtico desconocimiento de la situación geológica de los terrenos que no impidió al CSN posicionarse favorablemente.
El auto del TSJ descalifica como alternativa de gestión los ATI muchos de ellos en proceso de autorización y algunos ya construidos. Si en opinión del tribunal estas instalaciones no garantizan tanta seguridad como el ATC, este debería notificar al CSN que ha informado favorablemente los diferentes permisos. El Movimiento Ibérico señala, en este sentido, que los ATI pueden ser buena alternativa para proceder al desmantelamiento de las centrales nucleares, siempre que se incluya en una planificación previa que aborde el establecimiento de un calendario de cierre de las centrales nucleares, junto a una forma de gestión consensuada por técnicos y sociedad.
El MIA estudia el recurso legal a esta sentencia ante todas las instancias judiciales, ya que en opinión de estas organizaciones es una insensatez construir el ATC en Villar de Cañas. Asimismo, se suma a la movilización convocada por la Plataforma Contra el Cementerio Nuclear el próximo 7 de mayo. En esta octava marcha a Villar de Cañas, la ciudadanía mostrará el sinsentido de continuar con el proyecto del ATC.