El ministro Soria y otros miembros del Ejecutivo Central han repetido, como argumento principal para instalar de forma inmediata el ATC, el pago de 65.000 Euros diarios a Francia. Ahora una noticia aparecida en el último número de Estratos (revista de ENRESA [1]) desvela que la empresa pública estaba negociando desde 2009 con AREVA el destino de los residuos nucleares de Vandellós I, dejando sin efecto el acuerdo anterior de 1989. Esto demuestra que las prisas para la instalación del ATC impuestas por Soria no tienen ningún fundamento y obedecían a otros motivos no explicados.
La información dada a conocer, destapa una negociación secreta que se inició en 2009 y por tanto más de un año antes de que expirara el plazo de custodia de los residuos en el centro de La Hague en el departamento de La Mancha (que expiraba el 31 de diciembre de 2010) famosa ahora por los casos de suicidios y enfermedades [2]. Este nuevo acuerdo fija la vuelta de los residuos para 2015 pero en un volumen menor aunque a cambio de aumentar la cantidad de residuos de alta actividad. Esto hace sospechar que no se ha pagado un solo Euro de penalización.
Hay que tener en cuenta que los 65.000 Euros lo son en concepto de fianza y se devolverían en su mayor parte. Asunto este ocultado de forma deliberada por el Gobierno. Será difícil conocer la verdad, dada la opacidad de ENRESA y (sobre todo) AREVA puesto que esta última está vinculada al programa nuclear militar de Francia y muchas de sus actividades son secretas por motivos de seguridad nacional.
Otro de los argumentos para las prisas en instalar el ATC, se refiere a que se está llegando al límite de la capacidad en residuos de las piscinas de las centrales nucleares. Sin embargo, ya se da por hecho que el ATC no llegará a tiempo para instalar los residuos de las centrales nucleares de ASCO I y II puesto que ya tiene permiso para iniciar un ATI (almacén temporal individualizado). Tampoco para Garoña tanto si se cierra en 2013, como en el caso improbable de que siga su funcionamiento más allá de 2015. Por su parte, Trillo y Zorita ya tienen sus ATI. Y hay muchas dudas de que el ATC esté listo para cuando se saturen las piscinas en VandellosII, Cofrentes o Almaraz I y II, si hacemos caso del último informe del CSN[3] y a esto sumamos la complejidad de un proyecto único en el mundo (ENRESA prevé dos años de trámites y 5 de construcción) y los posibles retrasos por los recursos interpuestos y anunciados. Por tanto, el ATC ya llega tarde pues deja de tener sentido si solo va a albergar residuos de, como mucho, cuatro centrales.
Para María Andrés (portavoz de la Plataforma): "La mentira de los 65.000 Euros, se suma a la que, en su momento, contó Ramón Aguirre, presidente de la SEPI (que dispone del 20% del accionariado de ENRESA) el cual declaró ante los medios, que el ATC se empezaría a construir en febrero de este año [4]. El tiempo irá destapando nuevas mentiras, como las de los puestos de trabajo, puesto que este tipo de instalaciones apenas crean empleo una vez construido o el parque empresarial y el vivero de empresas que no serán más que otro polígono industrial yermo como el vecino de la localidad de Motalbo".
La información dada a conocer, destapa una negociación secreta que se inició en 2009 y por tanto más de un año antes de que expirara el plazo de custodia de los residuos en el centro de La Hague en el departamento de La Mancha (que expiraba el 31 de diciembre de 2010) famosa ahora por los casos de suicidios y enfermedades [2]. Este nuevo acuerdo fija la vuelta de los residuos para 2015 pero en un volumen menor aunque a cambio de aumentar la cantidad de residuos de alta actividad. Esto hace sospechar que no se ha pagado un solo Euro de penalización.
Hay que tener en cuenta que los 65.000 Euros lo son en concepto de fianza y se devolverían en su mayor parte. Asunto este ocultado de forma deliberada por el Gobierno. Será difícil conocer la verdad, dada la opacidad de ENRESA y (sobre todo) AREVA puesto que esta última está vinculada al programa nuclear militar de Francia y muchas de sus actividades son secretas por motivos de seguridad nacional.
Otro de los argumentos para las prisas en instalar el ATC, se refiere a que se está llegando al límite de la capacidad en residuos de las piscinas de las centrales nucleares. Sin embargo, ya se da por hecho que el ATC no llegará a tiempo para instalar los residuos de las centrales nucleares de ASCO I y II puesto que ya tiene permiso para iniciar un ATI (almacén temporal individualizado). Tampoco para Garoña tanto si se cierra en 2013, como en el caso improbable de que siga su funcionamiento más allá de 2015. Por su parte, Trillo y Zorita ya tienen sus ATI. Y hay muchas dudas de que el ATC esté listo para cuando se saturen las piscinas en VandellosII, Cofrentes o Almaraz I y II, si hacemos caso del último informe del CSN[3] y a esto sumamos la complejidad de un proyecto único en el mundo (ENRESA prevé dos años de trámites y 5 de construcción) y los posibles retrasos por los recursos interpuestos y anunciados. Por tanto, el ATC ya llega tarde pues deja de tener sentido si solo va a albergar residuos de, como mucho, cuatro centrales.
Para María Andrés (portavoz de la Plataforma): "La mentira de los 65.000 Euros, se suma a la que, en su momento, contó Ramón Aguirre, presidente de la SEPI (que dispone del 20% del accionariado de ENRESA) el cual declaró ante los medios, que el ATC se empezaría a construir en febrero de este año [4]. El tiempo irá destapando nuevas mentiras, como las de los puestos de trabajo, puesto que este tipo de instalaciones apenas crean empleo una vez construido o el parque empresarial y el vivero de empresas que no serán más que otro polígono industrial yermo como el vecino de la localidad de Motalbo".