Un estudio geológico realizado hace casi 4 años, ya ponía de manifiesto el riesgo.
Una fuga de sustancias radiactivas del ATC, tardaría entre unas pocas décadas a unos pocos días en alcanzar el río Záncara o contaminar aguas para riego o abastecimiento de la región.
La aparición de radionucleídos en un pozo de medición de niveles piezometricos cercanos a la central nuclear de Ascó, reconocido por el presidente del CSN en sede parlamentaria [2], trae a la actualidad la vulnerabilidad de las aguas subterráneas a la contaminación por el ATC.
Los estudios firmados por el geólogo Manuel Bello en mayo de 2013[1] y julio de 2014[3] se centran en la posibilidad de un escape de materiales radiactivos y el efecto que tendría en el acuífero que circundaría el edificio del ATC. Además, este acuífero tiene conexión con pozos de riego y abastecimiento en los campos anejos al vallado del ATC; así como al río Záncara, que se encuentra a menos de 500 m de la ubicación del edificio principal del ATC.
En concreto, las conclusiones del segundo estudio plasmaban la vulnerabilidad con estas palabras:
“En definitiva, la afección o la vulnerabilidad de las aguas subterráneas a ser contaminadas bajo el terreno donde se proyecta la construcción del ATC, es considerada una situación de afección potencial moderada en caso de fallo de la infraestructura de contención, es decir, presenta una Vulnerabilidad Media; y por tanto, considerando que ante un accidente o fallo imprevisto de la infraestructura, los contaminantes serían de naturaleza radioisotópica con los efectos que puede producir sobre la biomasa o sobre las cadenas tróficas, un Índice Medio de Vulnerabilidad de las Aguas Subterráneas, es suficiente como para desestimar el emplazamiento propuesto para la construcción de las instalaciones del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Residuos de Combustible Radiactivos y de Desmantelamiento de Centrales Nucleares, ya que, solo debería ser contemplado el proyecto, si el índice de evaluación de la vulnerabilidad de las aguas subterráneas frente a la contaminación, fuera taxativamente muy bajo”.
Un tercer estudio de la misma empresa de agosto de 2016[4], concluye que:
“Esto significa, que no se restringiría eficientemente el paso de contaminantes radiactivos a través de estas formaciones geológicas en caso de cualquier vertido accidental y que por tanto, podrían alcanzar acuíferos que suministran agua para el regadío, o agua para el consumo humano, o incluso, alterar el sistema fluvial y palustre del río Záncara”.
Y añade:
En la Resolución del Pleno del 27 de septiembre de 1985, instrucción CSN/IS/9/85, “Criterios objetivos para la selección de emplazamientos para el almacenamiento ‘definitivo’ de residuos radiactivos”, el Criterio 8. señala que, ‘Las características físico-químicas y geoquímicas del medio geológico en que se encuentre el emplazamiento deberán ser tales que restrinjan la movilización del transporte de radionucleidos hacia la biosfera’. Esta norma, trata de proteger el medio ambiente y las condiciones de salubridad de los hábitat o de los recursos, pero si a lo largo de la vida útil de un almacenamiento ‘temporal’ de residuos radiactivos, el medio geológico sobre el que se permita emplazar, no tiene la capacidad de restringir el transporte de contaminantes radiactivos hacia los diferentes medios donde se desarrolla la biomasa (constituyentes de la biosfera), debido a cualquier vertido accidental, el motivo de la norma de seguridad mencionada, se habrá vulnerado de todos modos, al admitir que a lo largo de los sesenta años de funcionamiento de un almacenamiento ‘temporal’ de residuos radiactivos de media y alta actividad, el terreno sobre el que se asienten dichas instalaciones, no impida el transporte de contaminantes radiactivos y por tanto, no evite la alteración grave de la biosfera.
Para la portavoz de la Plataforma (María Andrés): "Después de un episodio más (como el incidente de Ascó) no entendemos las razones para que un gobierno, que se declara sensato, pueda empecinarse en continuar con este proyecto por encima de los ciudadanos y de las características de los terrenos".
Se da la circunstancia de que un grupo de artistas, han iniciado un proyecto en el que plasmarán en una película un accidente de las mismas características del ocurrido en Ascó, pero con unas dimensiones que lo harían mucho más catastrófico[5].
La Plataforma está constituida por muchas personas a título individual y 49 organizaciones que son:
AcampadaCuenca, A.D.I. Záncara, A.VV. Casa Blanca, Asamblea de Jóvenes QNK, A.VV. Pozo de las Nieves (Cuenca), A.VV. San Antón, A.VV. San Fernando, A.VV. Tiradores Altos, Agrupación Naturalista Esparvel, ATTAC-CLM, Área de Juventud de IU, ARMH- Cuenca, ASAJA Cuenca, Asociación de Naturalistas Conquenses, ASTAREL, Ayuntamiento de Alconchel de la Estrella, Ayuntamiento de Belinchón, Ayuntamiento de Belmonte, Ayuntamiento de Cuenca, Ayuntamiento de El Hito, Ayuntamiento de Villar de la Encina, Baladre, Caldero Mágico, CC.OO. (U.P. Cuenca), CGT Cuenca, Ciudadanos por la República de Cuenca, Despensa Natura, Ecologistas en Acción - CLM, Ecologistas en Acción - Cuenca, EQUO, FAVECU, FCPN, La Gavilla Verde, Greenpeace, Grupo Ecologista Universales, IU (Agrupación local de Cuenca), Juventudes Socialistas de CLM, Partido Castellano, PCE de Cuenca, Asociación de consumidores ecológicos Pisto, Plataforma Ciudadana Ambiental de Tarancón, Podemos-CLM, PSOE - Cuenca, Salvemos las Tablas Ya, UGT - Cuenca, Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE), UPA Cuenca, UPA-CLM, Yesca-Cuenca.