Así lo pone de manifiesto el último informe elaborado por el CSN (Consejo de Seguridad Nuclear) para el Congreso y el Senado [1]. La saturación de las piscinas que guardan el combustible nuclear gastado de las nucleares obligará a construir en 2021 [2] o antes, los respectivos ATI (Almacén Temporal Individualizado) [2].
La fecha que maneja ENRESA para tener operativo el ATC es entre mediados de 2020 y comienzos de 2021 (dos años y medio de trámites y 5 de construcción). De esta manera ENRESA desmiente a su presidente (Gil-Ortega) que anunció que en 2016 el ATC estaría operativo [3]. Pero si el retraso es de más un año, todas las centrales tendrían, obligatoriamente, construido su ATI
Aparte de los anuncios públicos del presidente de ENRESA, las verdaderas previsiones de plazos se conocen a través de las licitaciones que han puesto en marcha los técnicos de la empresa pública. Así, para la ingeniería (lote 1) se ha planteado un plazo de 66 meses y una ampliación de plazo de otros 18 "Dadas las incertidumbres tanto endógenas como exógenas, de este proyecto..."[4], es decir 7 años en total. Esta licitación todavía no se ha adjudicado. En cuanto a la ingeniería de apoyo al estudio de impacto ambiental, (pendiente de adjudicación) el plazo de ejecución será de 2 años y 6 meses, terminando "...con la declaración de impacto ambiental (DIA) por parte de la Administración."[5]. La DIA es necesaria (aunque no suficiente) para poder iniciar la construcción.
Por tanto, según la web de ENRESA, y desde la posición más optimista para la empresa pública, los trámites terminarían en mayo o junio de 2015 y la obra (para ENRESA con 5 años de ejecución) estaría concluida entre mediados de 2020 o comienzos de 2021. Pero las incertidumbres, los recursos interpuestos y los que La Plataforma está preparando, así como las nuevas exigencias de seguridad tras el accidente de Fukushima, auguran plazos mucho más largos.
En 2020, casi con toda probabilidad, serán ya cinco las centrales nucleares que tendrían construidos sus ATIs: Zorita, Garoña, Ascó I y II, y Trillo, teniendo Vandellós II sus piscinas llenas o a punto de estarlo, por lo que el ATC será cada vez menos útil. Además, en 2021, las centrales restantes: Almaraz I y II y Cofrentes estarían justo a punto de saturar sus piscinas.
La Plataforma quiere manifestar:
1. Que el ATC llega tarde, lo que condenará a las diferentes centrales a construir ATIs, dado que van a ir saturando sus piscinas de almacenamiento. Esto demuestra la enorme complejidad de la gestión de los residuos de alta actividad, que es un problema aún no resuelto de forma definitiva en ningún país del mundo. El ATC no es la única solución, los ATI junto a las centrales nucleares es otra de las posibilidades, evitando uno de los aspectos más peligroso del proyecto: el transporte.
2. El ATC que se piensa construir en Villar de Cañas es una obra de altísimo complejidad, única en el mundo y con enormes incertidumbres (como reconoce ENRESA). El seguir adelante con esta aventura es irresponsable.
3. El ATC es un proyecto impuesto de forma antidemocrática, sin información ni participación, opaca y llena de mentiras, peligroso, que no tiene la preceptiva evaluación de impacto ambiental y que ahora (una vez destapados los plazos que maneja ENRESA) se muestra como un enorme despilfarro (presupuestado en 1.000 millones de Euros) que este país (sometido a continuos y brutales recortes) no se puede permitir.
4. La Plataforma enviará cartas a los diferentes organismos competentes para proponer el replanteamiento del plan de gestión de los residuos nucleares en vigor, con un calendario de cierre de las nucleares y someter al debate público, democrático y participado, la forma de gestión que se afrontará en este país.
[1] http://www.csn.es/images/stories/publicaciones/periodicas/informe_anual_2011_baja.pdf (página 185 adjunta)
[2] Almaraz II se saturará en 2022, pero para entonces estaría construido ya el ATI (para ambas centrales) pues la piscina de Almaraz I se saturará en 2021.
[3] http://www.laverdad.es/agencias/20120626/economia/gil-ortega-calcula-villar-canas-funcionara_201206261648.html
[4] http://www.enresa.es/files/contratos/042-CO-IA-2012-0001_Clausulas_Admvas.pdf
[5] http://www.enresa.es/files/contratos/042-CO-IA-2012-0002_PLIEGO_DE_CONDICIONES.pdf
Aparte de los anuncios públicos del presidente de ENRESA, las verdaderas previsiones de plazos se conocen a través de las licitaciones que han puesto en marcha los técnicos de la empresa pública. Así, para la ingeniería (lote 1) se ha planteado un plazo de 66 meses y una ampliación de plazo de otros 18 "Dadas las incertidumbres tanto endógenas como exógenas, de este proyecto..."[4], es decir 7 años en total. Esta licitación todavía no se ha adjudicado. En cuanto a la ingeniería de apoyo al estudio de impacto ambiental, (pendiente de adjudicación) el plazo de ejecución será de 2 años y 6 meses, terminando "...con la declaración de impacto ambiental (DIA) por parte de la Administración."[5]. La DIA es necesaria (aunque no suficiente) para poder iniciar la construcción.
Por tanto, según la web de ENRESA, y desde la posición más optimista para la empresa pública, los trámites terminarían en mayo o junio de 2015 y la obra (para ENRESA con 5 años de ejecución) estaría concluida entre mediados de 2020 o comienzos de 2021. Pero las incertidumbres, los recursos interpuestos y los que La Plataforma está preparando, así como las nuevas exigencias de seguridad tras el accidente de Fukushima, auguran plazos mucho más largos.
En 2020, casi con toda probabilidad, serán ya cinco las centrales nucleares que tendrían construidos sus ATIs: Zorita, Garoña, Ascó I y II, y Trillo, teniendo Vandellós II sus piscinas llenas o a punto de estarlo, por lo que el ATC será cada vez menos útil. Además, en 2021, las centrales restantes: Almaraz I y II y Cofrentes estarían justo a punto de saturar sus piscinas.
La Plataforma quiere manifestar:
1. Que el ATC llega tarde, lo que condenará a las diferentes centrales a construir ATIs, dado que van a ir saturando sus piscinas de almacenamiento. Esto demuestra la enorme complejidad de la gestión de los residuos de alta actividad, que es un problema aún no resuelto de forma definitiva en ningún país del mundo. El ATC no es la única solución, los ATI junto a las centrales nucleares es otra de las posibilidades, evitando uno de los aspectos más peligroso del proyecto: el transporte.
2. El ATC que se piensa construir en Villar de Cañas es una obra de altísimo complejidad, única en el mundo y con enormes incertidumbres (como reconoce ENRESA). El seguir adelante con esta aventura es irresponsable.
3. El ATC es un proyecto impuesto de forma antidemocrática, sin información ni participación, opaca y llena de mentiras, peligroso, que no tiene la preceptiva evaluación de impacto ambiental y que ahora (una vez destapados los plazos que maneja ENRESA) se muestra como un enorme despilfarro (presupuestado en 1.000 millones de Euros) que este país (sometido a continuos y brutales recortes) no se puede permitir.
4. La Plataforma enviará cartas a los diferentes organismos competentes para proponer el replanteamiento del plan de gestión de los residuos nucleares en vigor, con un calendario de cierre de las nucleares y someter al debate público, democrático y participado, la forma de gestión que se afrontará en este país.
[1] http://www.csn.es/images/stories/publicaciones/periodicas/informe_anual_2011_baja.pdf (página 185 adjunta)
[2] Almaraz II se saturará en 2022, pero para entonces estaría construido ya el ATI (para ambas centrales) pues la piscina de Almaraz I se saturará en 2021.
[3] http://www.laverdad.es/agencias/20120626/economia/gil-ortega-calcula-villar-canas-funcionara_201206261648.html
[4] http://www.enresa.es/files/contratos/042-CO-IA-2012-0001_Clausulas_Admvas.pdf
[5] http://www.enresa.es/files/contratos/042-CO-IA-2012-0002_PLIEGO_DE_CONDICIONES.pdf