lunes, 19 de noviembre de 2012

El Transporte de residuos hacia el cementerio nuclear de Villar de Cañas un peligro para todos

Un informe elaborado por la Plataforma [1], pone de manifiesto que la construcción del ATC acarreará no solo consecuencias locales sobre la población que tendrá que soportar los peligros inherentes a la manipulación y almacenamiento de combustible irradiado; además, el transporte del material implicará el movimiento de sustancias altamente inestables y peligrosas a lo largo de miles de kilómetros, irradiando a millones de personas, devaluando sus propiedades y sometiéndolas a un riesgo inaceptable en caso de accidente.

Será necesario el transporte por ferrocarril y/o camión de unas 7.000 toneladas de residuos radiactivos de alta actividad (compuesta fundamentalmente de Uranio pero con en torno a un 1% de Plutonio) desde las centrales nucleares dispersas por la Península en : Almaráz I y II (Caceres), Trillo y Zorita (Guadalajara) Ascó y Vandellós I y II (Tarragona) Cofrentes (Valencia), Garoña (Burgos) y residuos reprocesados de Vandellós I (Normandía Francia) [2]. Esto quiere decir que existirán numerosas rutas por carretera y ferrocarril y un gran número de localidades afectadas. La Plataforma Contra el Cementerio Nuclear en Cuenca considera imprescindible informar a las personas susceptibles de sufrir las consecuencias del transporte de sustancias de alta actividad a lo largo y ancho del país. Para ello buscará el apoyo de organizaciones ecologistas de ámbito nacional e internacional y de los grupos ecologistas de las zonas atravesadas por rutas de transporte.

No es cierto que no haya habido accidentes con contenedores de residuos

Entre 1971 y 1996, solamente en EEUU, ha habido 58 accidentes e incidentes ocurridos durante el transporte de residuos radioactivos de combustible gastado de centrales nucleares, con dos sucesos que implicaron pérdida, dispersión o escape de material radioactivo desde el sistema de contención del contenedor y 49 con contaminación en la superficie del contenedor. En varios países europeos incluso existió entre 1997 y 1998 una moratoria en el transporte, al descubrirse que el exterior de un elevado porcentaje de contenedores situados en la terminal de ferrocarril de Valognes (La Hague) estaba contaminado con partículas radioactivas.

Los contenedores son vulnerables y un solo accidente podría causar miles de muertos por cáncer.

Los contenedores empleados para transporte de material radioactivo a Villar de Cañas no serán invulnerables y someterán a la población situada en las rutas de transporte a un peligro inaceptable si se desencadena una catástrofe. Las pruebas de homologación de contenedores no reproducen de forma realista situaciones como un incendio prolongado o un ataque con explosivos. La resistencia de los contenedores se vería rápidamente sobrepasada, por ejemplo en un incendio dentro de un túnel debido a las altas temperaturas alcanzadas.

Las consecuencias de un accidente grave de transporte, especialmente en un espacio confinado como un túnel de ferrocarril, se podrían extender más allá de 50 Km incluso si se adoptan medidas apropiadas para paliar los efectos de la catástrofe.

Un accidente muy grave en cualquiera de las zonas urbanas que atravesarán los transportes hacia Villar de Cañas podría ocasionar miles de muertos por cáncer, convirtiéndose en la mayor catástrofe jamás acaecida en nuestro país. Las autoridades de Protección Civil no tendrán capacidad de respuesta ante un accidente grave que podría darse en cualquiera de los miles de kilómetros de carretera o ferrocarril que realizarán los transportes hacia Villar de Cañas durante 60 años. Las autoridades españolas de protección civil no están preparadas, ni lo estarán en el futuro, para asumir la evacuación, descontaminación y tratamiento de miles de personas irradiadas.

La catástrofe podría suceder en cualquier punto del recorrido de los contenedores. Resulta imposible proporcionar adiestramiento a miles de técnicos de protección civil y a millones de personas que viven en las inmediaciones de las rutas de transporte. Es también extremadamente complicado prever un sistema de evacuación, refugio y descontaminación para la numerosa población que vive a lo largo de dichas rutas.

Nunca se podrá descontaminar por completo una zona afectada por un accidente

La enorme dificultad y coste económico que implica la descontaminación de zonas agrícolas y residenciales sometería a los propietarios de viviendas y fincas agrícolas situados en rutas de transporte a un riesgo inaceptable de devaluación económica de tierras y casas en caso de accidente.

Una descontaminación completa sería inabordable económicamente; posiblemente la población residente sería evacuada de forma indefinida, tal y como ha ocurrido tras los accidentes de Fukushima y Chernobil en las zonas de evacuación, o continuaría expuesta durante un periodo prolongado de tiempo a la radioactividad.

Los contenedores irradiarán a millones de personas durante el transporte
Los contenedores de transporte no protegen por completo de la radiación, no existiendo tampoco un umbral mínimo de seguridad para la salud en la exposición a la radiación.

Millones de personas resultarán irradiadas a lo largo de décadas en el curso de los transportes hacia Villar de Cañas, incluyendo miles de mujeres embarazadas con riesgo de exposición fetal a radiación. Estadísticamente se sabe que unas pocas de ellas enfermarán de cáncer, puesto que, aunque los niveles de radiación sean bajos, el número de personas expuestas será muy elevado

Las personas que estén más próximas a los contenedores recibirán mayores dosis en función de la distancia y tiempo de exposición. También resultarán irradiados los ocupantes de vehículos que coincidan en la carretera con transportes de residuos.

Las maniobras y paradas rutinarias de trenes de transporte de residuos de alta actividad son motivo especial de preocupación por la duración de la exposición. Las transferencias de contenedores entre trenes y camiones supondrán maniobras lentas y peligrosas.

El transporte de residuos es un riesgo para la economía

Incluso en ausencia de accidentes, la mala reputación que precede a al transporte de residuos de alta actividad provocará un deterioro del valor de las propiedades inmobiliarias y del turismo.

La pérdida de valor del patrimonio inmobiliario situado en las cercanías de las rutas de transporte de material radioactivo ha sido ampliamente estudiada en EEUU, señalándose futuras devaluaciones en un radio de 5 km alrededor de las vías de transporte. Existen sondeos de opinión que establecen que un 70% de los encuestados no adquiriría propiedades cerca de una carretera empleada como vía de transporte de residuos.

El declive del turismo rural y las Denominaciones de Origen tras la divulgación de peligros para la salud
Existen precedentes de que la mera sospecha de fuga de material radioactivo desencadena una situación catastrófica para las economías locales.

En 1997, tras divulgarse en el British Medical Journal el resultado de una investigación que asociaba el almacén y centro de reprocesamiento de la Hague (Francia) con 27 casos de leucemia infantil, el turismo rural experimentó un fuerte declive en la región.

En 2008, tras una serie de incidentes en la central nuclear de Tricastin, los bodegueros que elaboraban vino amparado por la Denominación de Origen vitivinícola francesa Côteaux du Tricastin comenzaron a experimentar un desplome en las ventas de vino. Esta situación condujo al cambio de nombre de la D.O. Côteaux du Tricastin en un intento desesperado de lavar la deteriorada imagen del vino.

Residir en inmediaciones de rutas de transporte: un factor de riesgo para padecer ansiedad y estrés emocional

La tranquilidad de millones de españoles se verá afectada por los frecuentes transportes de material radioactivo. Está bien documentado en otros países el estrés y el aumento de la ansiedad asociado a la percepción del riesgo por parte de los habitantes en las rutas de transporte de residuos radioactivos de alta actividad.

[1] Informe adjunto: IMPACTOS SUPRARREGIONALES DE LA CONSTRUCCIÓN DEL ATC DE VILLAR DE CAÑAS
[2]
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Centrales_nucleares_Espa%C3%B1a.png

martes, 13 de noviembre de 2012

Un solo año de retraso haría inútil el ATC

Así lo pone de manifiesto el último informe elaborado por el CSN (Consejo de Seguridad Nuclear) para el Congreso y el Senado [1]. La saturación de las piscinas que guardan el combustible nuclear gastado de las nucleares obligará a construir en 2021 [2] o antes, los respectivos ATI (Almacén Temporal Individualizado) [2].
 
La fecha que maneja ENRESA para tener operativo el ATC es entre mediados de 2020 y comienzos de 2021 (dos años y medio de trámites y 5 de construcción). De esta manera ENRESA desmiente a su presidente (Gil-Ortega) que anunció que en 2016 el ATC estaría operativo [3]. Pero si el retraso es de más un año, todas las centrales tendrían, obligatoriamente, construido su ATI

Aparte de los anuncios públicos del presidente de ENRESA, las verdaderas previsiones de plazos se conocen a través de las licitaciones que han puesto en marcha los técnicos de la empresa pública. Así, para la ingeniería (lote 1) se ha planteado un plazo de 66 meses y una ampliación de plazo de otros 18 "Dadas las incertidumbres tanto endógenas como exógenas, de este proyecto..."[4], es decir 7 años en total. Esta licitación todavía no se ha adjudicado. En cuanto a la ingeniería de apoyo al estudio de impacto ambiental, (pendiente de adjudicación) el plazo de ejecución será de 2 años y 6 meses, terminando "...con la declaración de impacto ambiental (DIA) por parte de la Administración."[5]. La DIA es necesaria (aunque no suficiente) para poder iniciar la construcción.

Por tanto, según la web de ENRESA, y desde la posición más optimista para la empresa pública, los trámites terminarían en mayo o junio de 2015 y la obra (para ENRESA con 5 años de ejecución) estaría concluida entre mediados de 2020 o comienzos de 2021. Pero las incertidumbres, los recursos interpuestos y los que La Plataforma está preparando, así como las nuevas exigencias de seguridad tras el accidente de Fukushima, auguran plazos mucho más largos.

En 2020, casi con toda probabilidad, serán ya cinco las centrales nucleares que tendrían construidos sus ATIs: Zorita, Garoña, Ascó I y II, y Trillo, teniendo Vandellós II sus piscinas llenas o a punto de estarlo, por lo que el ATC será cada vez menos útil. Además, en 2021, las centrales restantes: Almaraz I y II y Cofrentes estarían justo a punto de saturar sus piscinas.

La Plataforma quiere manifestar:

1. Que el ATC llega tarde, lo que condenará a las diferentes centrales a construir ATIs, dado que van a ir saturando sus piscinas de almacenamiento. Esto demuestra la enorme complejidad de la gestión de los residuos de alta actividad, que es un problema aún no resuelto de forma definitiva en ningún país del mundo. El ATC no es la única solución, los ATI junto a las centrales nucleares es otra de las posibilidades, evitando uno de los aspectos más peligroso del proyecto: el transporte.

2. El ATC que se piensa construir en Villar de Cañas es una obra de altísimo complejidad, única en el mundo y con enormes incertidumbres (como reconoce ENRESA). El seguir adelante con esta aventura es irresponsable.

3. El ATC es un proyecto impuesto de forma antidemocrática, sin información ni participación, opaca y llena de mentiras, peligroso, que no tiene la preceptiva evaluación de impacto ambiental y que ahora (una vez destapados los plazos que maneja ENRESA) se muestra como un enorme despilfarro (presupuestado en 1.000 millones de Euros) que este país (sometido a continuos y brutales recortes) no se puede permitir.

4. La Plataforma enviará cartas a los diferentes organismos competentes para proponer el replanteamiento del plan de gestión de los residuos nucleares en vigor, con un calendario de cierre de las nucleares y someter al debate público, democrático y participado, la forma de gestión que se afrontará en este país.

[1]
http://www.csn.es/images/stories/publicaciones/periodicas/informe_anual_2011_baja.pdf (página 185 adjunta)
[2] Almaraz II se saturará en 2022, pero para entonces estaría construido ya el ATI (para ambas centrales) pues la piscina de Almaraz I se saturará en 2021.
[3]
http://www.laverdad.es/agencias/20120626/economia/gil-ortega-calcula-villar-canas-funcionara_201206261648.html
[4] http://www.enresa.es/files/contratos/042-CO-IA-2012-0001_Clausulas_Admvas.pdf
[5] http://www.enresa.es/files/contratos/042-CO-IA-2012-0002_PLIEGO_DE_CONDICIONES.pdf