En el segundo aniversario de la tragedia de Fukushima se pide la dimisión de Gil-Ortega
El
lunes 11 de marzo, a las 20:30h, la Plataforma Contra el Cementerio
Nuclear en Cuenca, realizará una cadena humana en la Plaza de España de
Cuenca, en recuerdo de las víctimas del gravísimo accidente nuclear de
Fukushima. Esta catástrofe, ha supuesto y supondrá un enorme sufrimiento
para las víctimas y sus consecuencias no podrán ser evaluadas hasta
dentro de muchos años. Pero aquí, en España no se ha aprendido la
lección. Así, tanto la designación de Villar de Cañas para albergar el
ATC, como los terrenos concretos para su emplazamiento, lo han sido por
criterios puramente políticos y suponen un riesgo intolerable. Por eso,
la Plataforma pide el cese inmediato de Francisco Gil-Ortega como
presidente de Enresa, la empresa pública que gestionará el ATC.
Desde el nombramiento de Gil-Ortega en Junio de 2012, le han acompañado
sucesivos escándalos, ante su nula experiencia en el sector y las
directrices exclusivamente políticas que marcan su mandato, por encima
de los informes técnicos, incluidos los de sus propios empleados.
Su nombramiento ya fue polémico. La elección el presidente de ENRESA,
enfrentó al Gobierno Central y María Dolores de Cospedal [1].
Finalmente, esta última se llevó el gato al agua, imponiendo una persona
de su confianza (Francisco Gil-Ortega) que fue nombrado en junio de
2012, tras 6 meses de dura pugna. Gil-Ortega ha sido alcalde de Ciudad
Real desde 1995 hasta 2007, en un periodo marcado por macroproyectos tan
despilfarradores e insostenibles como el Aeropuerto de Ciudad Real y El
Reino de Don Quijote, que defendió con vehemencia en numerosas
comparecencias[2].
La primera decisión que tomó Gil-Ortega, fue
la compra de los terrenos para implantar el ATC, sin conocer si sus
características eran adecuadas y a escasos 2.000m del casco urbano de
Villar de Cañas. Tras más de ocho meses de estudios, siguen las dudas en
cuanto a su riesgo geomorfológico [3][4].
Gil-Ortega, nada más
ser elegido, rompió la neutralidad que Enresa mantenía desde su
fundación (en 1984) con respecto a la energía nuclear, defendiéndola en
todas las entrevistas que concedió a los medios [5]. De esa manera, pone
(al menos de palabra) los recursos de la empresa pública al servicio
de la privada industria nuclear.
Otro asunto polémico ha sido
el nombramiento, por parte de Gil-Ortega, de Carlos Dávila como jefe de
prensa de ENRESA. Dávila, es conocido por su marcado conservadurismo,
sus declaraciones homófobas [6] y las condenas por injurias e
“intromisión ilegítima en el derecho al honor” de los medios que ha
dirigido [7].
Por si esto fuera poco, Gil Ortega ha firmado dos
convenios con al Junta de Castilla-La Mancha [8] para realizar dos
obras: arreglo de carreteras en el entorno de Villar de Cañas[9] y la
construcción de un polígono industrial (denominado vivero de
empresas)[10]. Y que poco tienen que ver con las funciones que tiene
encomendadas Enresa por Ley y sí (para La Plataforma) con el
clientelismo y la compra de voluntades.
El último escándalo, es
la relación (conocida ayer) [11] entre la adjudicación de la ingeniería
principal del ATC (que sale a licitación por unos 37 millones de Euros)
e Ignacio López del Hierro, marido de María Dolores de Cospedal. Según
esta información, se adjudicaría esta golosa licitación a Iberinco,
empresa de la que López del Hierro es consejero y miembro de la Comisión
Ejecutiva.
"Este nuevo episodio de tráfico de influencias,
demuestra que el ATC [con un presupuesto cercano a los mil millones de
Euros] ha creado una red de relaciones clientelares que poco tienen que
ver con la gestión de residuos nucleares. Cuando el cementerio nuclear
entró por la puerta del Ayuntamiento de Villar de Cañas, la democracia
salió por su ventana. Confiemos en que el Supremo ponga las cosas en su
sitio y nos de la razón en los tres recursos que hemos interpuesto.
Gil-Ortega actua en la línea opuesta a la de muchos gobiernos, que están
aumentando las exigencias de seguridad de las instalaciones nucleares,
tras la terrible catástrofe de Fukushima, que se produjo hace dos años.
Estas cautelas, suponen que en Alemania o Suiza se lleve a cabo el
apagón nuclear paulatino y definitivo". Ha declarado María Andrés,
portavoz de la Plataforma y ganadera en la comarca de Villar de Cañas.
"En definitiva, las actuaciones de Gil-Ortega se han demostrado
irresponsables, opacas, motivadas por los intereses políticos de quien
le nombró y con vistas a la compra de voluntades. Por ello, la
Plataforma solicita públicamente que Francisco Gil-Ortega no siga ni un
día más en la presidencia de Enresa, puesto que sus decisiones tedrán
como consecuencia más riesgos para la población, añadidos a los
altísimo que ya lleva intrínsecos el silo nuclear". Ha finalizado
Andrés.
La Plataforma quiere manifestar que no tiene duda de la
profesionalidad de los trabajadores de la empresa pública Enresa, que
no se merecen tener este presidente. En pocos meses, está dilapidando el
prestigio que esta empresa pública ha ido ganando durante sus 29 años
de vida.
La Plataforma se opone a la instalación del cementerio
nuclear, tanto en Villar de Cañas como en cualquier otro sitio.
Defiende que la designación de Villar de Cañas para albergar el ATC, se
hizo de forma antidemocrática, y plantea la suspensión del procedimiento
y que no se reabra (de forma transparente, democrática, informada y
participada) hasta que se establezca un calendario de cierre de las
centrales nucleares.