Los complejos trámites del proyecto de cementerio nuclear supondrán varios años. Las últimas decisiones de Gil-Ortega, como la elección y compra de las parcelas, son claramente políticas y podrían retrasar más el proyecto.
La Plataforma es consciente de que la lucha será larga, y por eso ha iniciado una ronda de contactos con los diferentes líderes políticos. La primera reunión se celebrará el 1 de agosto con el Coordinador Regional de IU (Daniel Martínez) y está a la espera de la reunión con el lidere del PSOE Emiliano García-Page, que ya se ha solicitado.
En la actualidad no se han inicado ninguno de los trámites previstos por el Reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas (REAL DECRETO 1836/1999 [1]). Dicho reglamento, establece la necesidad de que el Ministerio de Industria otorgue tres autorizaciones (previa o de emplazamiento, de construcción y de explotación) cada una con un informe preceptivo del CSN y el sometimiento a información pública. También es necesario realizar dos programas de pruebas: prenucleares (antes de carga de sustancias radiactivas) y nucleares (con residuos radiactivos reales) antes de conceder las licencias definitivas.
Además, son necesarios dos procedimientos ambientales, que se someterán a información pública. Tras ellos, se obtendría la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y la Autorización Ambiental Integrada (AAI) otorgados por el ministerio de Agricultura y Medio Ambiente y la Consejería de Agricultura respectivamente. Así mismo, se tendrían que otorgar permisos urbanísticos y la modificación del planeamiento con el concurso de la Consejería de Fomento y el Ayuntamiento de Villar de Cañas. Cualquiera de estas instituciones podrían paralizar el procedimiento, por criterios técnicos o si cambiaran de orientación política. Dado que se trata del primer ATC de estas características y este volumen de residuos que se construirá en el mundo, existen numerosas incertidumbres en cuanto al diseño, construcción y operación. Hay que recordar que todavía no se ha redactado el proyecto constructivo del ATC.
Además, en las decisiones que se han tomado, como la eleccion y compra de las parcelas, han primado el reparto de favores, sobre los criterios técnicos y de protección a la población. "La Carbonera" era la parcela preferida por los técnicos y donde se habían realizado ya los estudios geológicos e hidrológicos: no tiene problemas de encharcamientos (están en un alto) y está más lejos de la población de Villar de Cañas. Pero es de un único propietario y que no vota en Villar de Cañas. En todo este despropósito, se nota la impronta política de Gil-Ortega (presidente de ENRESA y exalcalde de Ciudad Real) hombre de confianza de Cospedal. Este tipo de decisiones abren la puerta a la interposición de recursos que retrasarían aun más el procedimiento. En esta línea, cabe recordar que los tres recursos que se están preparando sobre la decisión del Consejo de Ministros del 30 de diciembre de 2011, se entregarán en septiembre ante el Tribunal Supremo.
En definitiva, según los cálculos más optimistas se superarán de largo los dos años en realizarse todo los trámites (han pasado 7 meses en blanco), y por tanto, no es descartable encontrarse en un escenario de campaña electoral (en la primavera de 2015) con las obras sin empezar.
En las elecciones regionales de mayo de 2011, el PP mantuvo una postura ambigua sobre sus intenciones sobre el cementerio nuclear. Finalmente Cospedal apoyó la instalación del ATC en Villar de Cañas a pesar de no estar en su programa electoral.
Los ciudadanos se merecen saber con suficiente antelación, las intenciones de las diferentes opciones políticas con respecto al cementerio nuclear, pues es un asunto que condicionará la vida de los ciudadanos durante décadas, e incluso siglos, y, por tanto, tienen derecho a votar en consecuencia.
La Plataforma ha iniciado una serie de contactos con diferentes líderes políticos regionales que comenzará el 1 de agosto con Daniel Martínez, Coordinador Regional de Izquierda Unida. También se ha solicitado entrevista con Emiliano García Page, si bien (a día de hoy) aunque hay voluntad de reunirse no hay fecha para el encuentro. Durante las próximas semanas se solicitarán contactos con otras formaciones políticas
Los compromisos que espera conseguir de los líderes políticos son dos:
Por un lado, un posicionamiento claro y contundente contra el ATC de manera que sea un asunto fundamental en su programa electoral.
Por otro, el compromiso firme de parar el procedimiento de designación del ATC, si la formación política tiene posibilidad de gobernar o decidir. La solución definitiva a la gestión de los residuos radiactivos de alta actividad, se discutiría de forma democrática, informada y participada, una vez definido el calendario de cierre ordenado de las nucleares.